En Record Electric contamos con una referente clave en el área energética: Karen Fernández, nuestra especialista en energía. Ingeniera de profesión y apasionada por las energías renovables, Karen ha llevado su conocimiento y compromiso a espacios como Generadoras de Futuro y el podcast Mujeres con Energía, donde compartió su visión sobre los desafíos y oportunidades del sector. Su historia es un ejemplo de cómo la técnica, el liderazgo y la sostenibilidad pueden caminar juntos para construir un futuro más seguro y equitativo para el Paraguay.
Rompiendo barreras: el liderazgo femenino en energía
Desde muy joven, Karen entendió que la ingeniería era más que números: era una forma de transformar realidades. Esa visión la llevó a apostar por una carrera aún incipiente en el Paraguay, Ingeniería en Energía, convencida de que podía aportar soluciones al desarrollo sostenible.
En su experiencia profesional, reconoce avances en la inclusión de mujeres en cargos de decisión y representación, aunque subraya que aún se deben enfrentar desafíos de visibilidad y reconocimiento. “Muchas veces debemos demostrar con mayor esfuerzo nuestra capacidad para ser escuchadas en igualdad de condiciones”, explica.
Lo positivo es que hoy existen más referentes femeninas que inspiran y programas que promueven la participación en áreas STEAM. Para Karen, la clave está en la seguridad y la convicción: aportar una mirada integral que combine lo técnico con el impacto social y ambiental.
Paneles solares: una apuesta por la sostenibilidad
Karen es clara al hablar de energías renovables: la solar debe ser un pilar en la matriz energética paraguaya. Explica que cada kilovatio-hora generado con paneles fotovoltaicos evita entre 0,4 y 0,6 kg de CO₂. Esto tiene un efecto directo en la reducción de emisiones, especialmente en industrias que dependen de biomasa o diésel.
Cita ejemplos concretos: un comerciante que consume 36.000 litros de diésel al año podría reducir hasta un 20% de ese consumo con un sistema híbrido solar y de baterías, lo que equivale a 96 toneladas de CO₂ evitadas cada año.
Además de la reducción de emisiones, la energía solar fortalece la seguridad energética al diversificar la matriz, que hoy depende casi exclusivamente de la hidroeléctrica. Con una demanda en crecimiento y una posible crisis proyectada entre 2027 y 2030, la generación distribuida es vista como una válvula de alivio: rápida de implementar, escalable y capaz de acercar la energía a quienes más la necesitan.
En definitiva, la mirada de Karen Fernández nos recuerda que el futuro energético de Paraguay no se define únicamente por cifras o avances tecnológicos, sino por la capacidad de integrar sostenibilidad y equidad en cada decisión. Su aporte inspira a reconocer que la energía más transformadora surge cuando combinamos innovación,